Serge Latouche es un francés, profesor de economía. En el año 2014 se publicó la traducción al español de su ensayo Hecho para tirar: la irracionalidad de la obsolescencia programada. El ensayo expone la historia y los detalles económicos,
sociológicos, éticos e incluso tecnológicos de un fenómeno macabro, pero
común y aceptado en la sociedad de consumo: comprar, tirar y comprar.
Comentar el libro de Latouche implica releerlo siguiendo (parcialmente) una metodología de lectura posmoderna: detenerse en cada nota de pié de página y en cada cita y referencia, pero intentando seguir buenas prácticas
y evitar prácticas inapropiadas. Y la primera nota de pie de página y
referencia es el documental titulado Comprar, tirar y comprar, de Cosima Dannoritzer (año 2010), disponible en Youtube
(mientras no aparezcan reclamaciones de derechos de autor). Serge
Latouche cuenta que la experiencia durante la filmación del documental
inspiró la escritura del libro. Por eso el documental y el libro tienen
muchas ideas en común, en especial la evidencia anecdótica, los hechos.
Lógicamente, el
orden narrativo y la profundidad del libro y el documental son
diferentes. A quien le
interese el tema puede ver el documental y luego leer el libro, aunque
es muy recomendable al revés y es totalmente recomendado leer el libro
varias veces y profundizar en las refencias.
El documental tiene una duración de una hora, catorce minutos y cuarenta y nueve segundos (1:14:49). Luego de una introducción que se centra en la obsolescencia de las impresoras, desde el minuto 00:03:59 hasta 00:16:29 se narra la historia de la obsolescencia programada en las bombillas, símbolo por excelencia de las grandes ideas, de la innovación y la creatividad, en honor al popular inventor (y patentador) Thomas Alba Edison.
El documental tiene una duración de una hora, catorce minutos y cuarenta y nueve segundos (1:14:49). Luego de una introducción que se centra en la obsolescencia de las impresoras, desde el minuto 00:03:59 hasta 00:16:29 se narra la historia de la obsolescencia programada en las bombillas, símbolo por excelencia de las grandes ideas, de la innovación y la creatividad, en honor al popular inventor (y patentador) Thomas Alba Edison.
Fuente https://farm6.static.flickr.com/5202/5366637592_0a193a8fcf.jpg |
El documental cuenta que en la estación de bomberos de Livermore - California
se encuentra la bombilla más antigua del mundo que aún funciona. Según
las evidencias la bombilla data del año 1901, fue descubierta por
casualidad en 1972 y sus misterios fueron develados por un reportero de
nombre Mike Dalton. En el año 2011 le celebraron a la bombilla una
fiesta de cumpleaños y a la fecha sigue funcionando. Esa bombilla es
todo un monumento en contra de los carteles de la obsolescencia
programada: reducir la vida útil y la calidad de los productos para
estimular la demanda, las ventas y el crecimiento económico.
Pues bien, la famosa bombilla que menciona el documental tiene su propio sitio web,
equipada con muchas cámaras de video y mucho almacenamiento pues,
debido a la obsolescencia programada, las cámaras se dañan y la bombilla
sigue ahí: con ciento diecisiete años y contando. Aquí la foto de hoy de ésta
lumbrera:
Fuente http://www.centennialbulb.org/cam.htm |
El documental y el libro cuentan que en 1881 las bombillas de Thomas Edison duraban mil quinientas (1500) horas y que esa duración fue mejorando, al punto de conseguir una duración de dos mil quinientas (2500) horas en 1924. En ese año se creó el cartel llamado Phoebus, con el oscuro propósito de programar (la obsolescencia) la duración de las bombillas a sólo mil (1000) horas. El cartel operó hasta 1942, cuando el gobierno de Estados Unidos inició una demanda por competencia desleal, fijación indebida de precios y reducción de la duración de las bombillas. La historia terminó en 1953 con sanciones para las empresas involucradas en el litigio, sin embargo, pese a las sanciones y las medidas de los gobiernos para evitar éste tipo corrupción, la duración de las bombillas ya estaba "estandarizada" a mil (1000) horas y nada cambió.
Además
del ejemplo de la obsolescencia programada en las bombillas, el
documental y el libro explican el caso de los automóviles, la
competencia entre Ford y General Motors, la revolución industrial y
finalmente la primera aparición escrita del término "obsolescencia
programada" en un documento
de 1932, de Bernard London. Se tratan casos como las impresoras, para
las cuales son más costosos los repuestos e insumos que los nuevos
modelos. Las nuevas TIC, las baterías de los teléfonos inteligentes, el
caso específico de los iPod de Apple.
El caso histórico del nylon y sus derivados y la paradoja de los
científicos obligados por la industria (los productores) a reducir la
calidad de un producto, en detrimento de la humanidad (los
consumidores), cuando lo deseable es lo contrario. Aparece entonces el
tema ético y la afirmación de Serge Latouche sobre la obsolescencia de
de la misma ética y del hombre. La obsolescencia programada y los temas
éticos son, según el documental, parte de los currículos de ingeniería,
aunque en Colombia posiblemente no sea así (y no es sólo porque los puentes se caen antes de que empiecen a funcionar).
Otra
idea interesante y fundamental del libro y el documental es la
sostenibilidad del medio ambiente, la supervivencia del planeta. Un
tópico preocupante y en el que se enfocan parte de los esfuerzos es el
manejo de los residuos, la basura que origina la obsolescencia
programada. Mucha de esa basura ingresa a Latinoamérica como productos
de segunda clase. Por supuesto, son productos útiles, pero en corto
tiempo serán basura. Y otra parte de la basura se lleva a África, a paises como Ghana,
que luchan por resolver un problema heredado de las potencias mundiales
y su obsolescencia programada. África, además de ser abusada por el
mundo como basurero, también comienza a quedarse sin agua y mañana podría ser Colombia, llena de TIC programada para ser obsoleta en seis (6) meses.
Regresando al tema ético y uniéndolo con la ciencia y la ingeniería, el documental muestra que la naturaleza tiene círculos virtuosos donde todo se reutiliza, donde nada es basura, donde al principio fundamental es compartir (hay fragmentos emotivos sobre el compartir en la película Lucy con Morgan Freeman y Scarlett Johansson), en lugar del capitalismo salvaje al que sólo le interesa el crecimiento económico pero con monopolio y desigualdad, un crecimiento en riquezas inertes y superfluas, el dinero tiene más valor que la naturaleza y lo humano.
Fuente http://www.ngenespanol.com/el-mundo/hoy/15/03/13/Agbogbloshie-basurero-tecnologico-mas-grande-ghana/ |
Regresando al tema ético y uniéndolo con la ciencia y la ingeniería, el documental muestra que la naturaleza tiene círculos virtuosos donde todo se reutiliza, donde nada es basura, donde al principio fundamental es compartir (hay fragmentos emotivos sobre el compartir en la película Lucy con Morgan Freeman y Scarlett Johansson), en lugar del capitalismo salvaje al que sólo le interesa el crecimiento económico pero con monopolio y desigualdad, un crecimiento en riquezas inertes y superfluas, el dinero tiene más valor que la naturaleza y lo humano.
Al
final del documental aparece Serge Latouche (el autor del libro)
hablando sobre la felicidad y su propuesta de abandonar el modelo de
producción y consumo: Como dice Latouche en el libro: es necesario
romper el círculo vicioso en el que "la publicidad crea la necesidad de
consumir, el crédito [del sistema financiero y de gobierno] ofrece los
medios [para consumir, incluso al costo de los monopolios, la
desigualdad y la deuda permanente] y la obsolescencia programada renueva
la necesidad [permanentemente]". Es una "adicción al crecimiento", "un
afán de crecer por crecer", "un escandoloso desconocimiento y desprecio
de la naturaleza y lo humano".
ConTICtualizando, si se considera que las TIC son el símbolo actual de la sociedad de consumo, de la obsolescencia programada y que hay literatura abundante con evidencia y reflexiones sobre las amenazas de las TIC a la democracia y la sociedad y al individuo humano ¿conviene seguir insistiendo en las TIC bajo el mismo modelo? ¿Cuál es la transformación educativa que debe realizarse a través de las TIC? ¿Será posible esa transformación?
ConTICtualizando, si se considera que las TIC son el símbolo actual de la sociedad de consumo, de la obsolescencia programada y que hay literatura abundante con evidencia y reflexiones sobre las amenazas de las TIC a la democracia y la sociedad y al individuo humano ¿conviene seguir insistiendo en las TIC bajo el mismo modelo? ¿Cuál es la transformación educativa que debe realizarse a través de las TIC? ¿Será posible esa transformación?
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