lunes, 20 de febrero de 2023

El problema de las traducciones

En la entrada anterior se mencionaron algunas dificultades para la comunicación humana, a propósito del auge de la Inteligencia Artificial, ahora que debemos comenzar a comunicarnos con máquinas. Una de esas dificultades es el problema de las traducciones, sobre lo cual trataré de escribir a continuación. Primero recordaré un poco algunas anécdotas personales, luego revisaré algunas referencias al respecto, para finalmente conTICtualizar.

1. Anécdotas

Mi primer encuentro con las traducciones fue en el colegio, a finales de la década de los 90 del siglo pasado. Esos tiempos fueron los últimos en que se aprendía inglés y francés: inglés los primeros cuatro años y francés los últimos dos. La profesora de francés nos daba fragmentos del libro "Les Trois Mousquetaires" y nosotros debíamos traducirlos. Era una época sin Internet ni software para traducir, por lo cual teníamos que exigirnos y aprender un poco.

Cuando uno comparaba su traducción con los compañeros, siempre se identificaban diferencias, entonces hacíamos ajustes antes de entregar, para darle sentido a lo que estábamos leyendo y lograr que los fragmentos unidos correspondieran a una misma historia. A juzgar porque aprobamos los dos cursos de francés, el intento de traducción estuvo bien hecho y, de paso, comprendimos que hay una brecha entre lo que se piensa, se escribe, se traduce y se interpreta, por muy bilingüe que se pueda ser...

Un segundo momento fue en la Universidad, en el pregrado. Llegó a mis manos este libro con abundantes notas de pie de página del traductor:

Sistemas de Bases de Datos, Conceptos Fundamentales Addison-Wesley Iberoamericana, 1994 de Ramez Elmasri y Shamkant Navathe, traducción al español de Roberto Escalona García de Mexico, año 1994.

Una de las notas que más me interesó fue la diferencia entre "relation" y "relationship" y que algunos traducen como "relación" en ambos casos, aunque con dos significados diferentes. Estas confusiones son importantes y no es común que nos las adviertan o aclaren cuando estudiamos directamente en español.

Desde entonces preferí buscar textos en inglés y, en su defecto, traducciones acompañadas de notas aclaratorias, como el ejemplo anterior. Comparaba varios textos en español, buscaba versiones en inglés, contrastaba, profundizaba en las fuentes que citaban... Esto me ayudó mucho en mi proceso de aprendizaje y me generó un "hábito" que aún conservo: dudar siempre, desconfiar siempre y escudriñar hasta encontrar el papiro egipcio donde se dijo algo por primera vez, por lo menos la fuente más cercana a esa primera vez... 

Por ejemplo, hace un par de años escribí esta entrada sobre la expresión "el que sabe hacer hace, el que no enseña". Y en ese tipo de ejercicios también se aprende que el inglés no es suficiente, a veces se llega a una fuente en alemán, ruso, italiano o portugués... incluso se llega a la fuente en español y se hace evidente que las traducciones cambian lo que se quiere comunicar

Hay una tercera anécdota con las traducciones, fue durante mis estudios de Maestría. Leía y buscaba sobre la diferencia entre administración, gestión y gerencia y encontré este artículo colombiano:

Sanabria, Mauricio. “De Los Conceptos de Administración, Gobierno, Gerencia, Gestión y Management: Algunos Elementos de Corte Epistemológico y Aportes Para Una Mayor Comprensión.” Universidad Empresa, vol. 6, no. 13, 2007, pp. 155–94, https://revistas.urosario.edu.co/index.php/empresa/article/view/1040.

Allí reforcé mi perspectiva sobre el problema con las traducciones, por lo menos en el ámbito de las ciencias de gestión o ciencias administrativas y el contexto colombiano. Textualmente:

"...Pues bien, en gran medida, han llegado a nuestro medio en virtud de traducciones de obras de diversos autores, en lo fundamental, justamente, de aquellos de origen estadounidense y europeo.... 
...Los principales medios a través de los cuales se ha dado este fenómeno han sido las traducciones de las editoriales mexicanas, argentinas y españolas, por medio de las cuales, en lo fundamental, hemos logrado tener acceso en nuestro contexto a las principales obras que componen el discurso administrativo..."

Y esa es una constante en Colombia y es parte de la brecha educativa que existe y que seguro origina tantas diferencias y problemas al comunicarnos. Se presenta incluso en contextos académicos, porque algunas personas no leen textos en inglés o no profundizan en las fuentes y se limitan a citar el primer documento en español que logran encontrar en la jungla de Internet.

Esta brecha se complica aún más en el caso de las ciencias de la computación, las TIC y afines, porque el inglés es la lengua base de dichas disciplinas. Cuando se aprende computación en español, se suelen aprender traducciones incompletas o equivocadas. Y el problema crece con el uso de las metáforas, algo muy común en cualquier idioma y muy usado en este tipo de disciplinas creativas, que recurren a símiles con palabras existentes para nombrar las nuevas creaciones e invenciones.

Por ejemplo, la metáfora de "file" y "directory" que en España traducen como "fichero" y "directorio", pero en países como Colombia se han traducido y popularizado como "archivo" y "carpeta". Estas palabras tienen traducciones al inglés diferentes a las originales ("archive" y "folder"), lo cual puede confundir. Como en el caso de "archive", que se refiere a una colección de varios ficheros comprimidos. Como estas, hay muchas otras metáforas, algo que demanda otra entrada independiente, también relacionada con la entrada anterior.

Con estas anécdotas y la experiencia de aprender computación en español y luego en inglés, resulta lógico sostenerse en la afirmación de que las traducciones son problemáticas y dificultan la comunicación entre los seres humanos. Ahora imaginemos la complejidad de comunicarnos con máquinas políglotas, robots entrenados con un corpus de conocimiento gigante en casi todos los idiomas existentes. Por lo tanto, las traducciones hay que leerlas con cuidado y escepticismo, procurando recurrir a las fuentes más primitivas, algo que siempre será difícil y requerirá esfuerzo y tiempo, pero valdrá la pena.

2. ¿Qué hay escrito sobre el tema?

Ahora pasemos de las anécdotas a lo que aparece en la literatura académica (que no siempre es lo mismo que científica).

En materia de traducciones lo primero es recurrir al diccionario y luego profundizar en revistas y libros.  Según el diccionario, traducir consiste en "expresar en una lengua lo que está escrito o se ha expresado antes en otra", por ejemplo, un texto que está en griego, latín, egipcio u otras lenguas antigua, expresarlo en español de nuestra época.

Hay evidencia en la literatura académica de que traducir es una disciplina o arte tan antiguo como la misma escritura y la humanidad. Aquí un artículo en inglés y aquí otro artículo en español. En ambos se encuentra que los estudios bíblicos son un ejemplo de la antigüedad de las traducciones y de los diversos problemas que se enfrentan.

Cuando hablamos de traducciones estamos ante una disciplina que involucra historia, lingüística, antropología y hasta arqueología. En la actualidad también involucra computación, pues se tienen traductores automáticos y hasta Inteligencia Artificial, como el caso del ChatGPT, capaz de entablar una conversación en muchos idiomas y sobre muchos tópicos.

Pero la computación y las TIC no solo son fuentes de traducciones, también son usuarias. Hay un tópico de ingeniería del software llamado "software localization", que estudia lo referente a adaptar un software a otros idiomas y culturas. Por ejemplo, en una ventana se puede tener un menú con la opción "File", lo cual se puede traducir al español como "Fichero" o "Archivo". Como ya se indicó previamente, lo popularizado en Colombia es "Archivo", pero seguramente en México y España prefieran "Fichero".

Para explicar mejor eso de "software localization" se puede pensar en un sitio web cuyo contenido se quiere presentar en varios idiomas. Por ejemplo, el sitio web de la ONU o el sitio web del vaticano. El navegador tiene opciones de traducción automática, pero esas traducciones no siempre corresponderán al mensaje original, por lo que se prefiere que el sitio tenga sus propias traducciones oficiales. Se puede leer un poco al respecto en  este artículo y en este otro.

Lo anterior es un ejemplo de la influencia del contexto en la traducción. El ejemplo anterior era en el contexto de la ingeniería el software, pero se pueden abordar contextos más específicos como el de textos políticos, textos legales, anuncios publicitarios, terminología educativa y hasta en pruebas internacionales. Si queremos dimensionar la complejidad que tienen las traducciones, basta con recurrir al cine y ver la misma película en inglés, en español latinoamericano y en español de España. Y ni hablar del proceso inverso o de otros idiomas.

En la búsqueda de bibliografía sobre este interesante tema, encontré un libro que hace una lista de quince categorías de problemas de traducción en el contexto de economía y presenta treinta y seis ejemplos detallados de traducciones inglés-chino, donde se identifican esas categorías de problema. Dejo aquí la imagen de la carátula del libro y su citación, el vínculo a la versión disponible en Amazon y una imagen con un ejemplo de problema de traducción.

Lai, P.-Y. (2013). The Anatomy of Translation Problems : The Application of Minimal Deviation and the Proportionality Principle in the Translation of Economic Editorials. Chartridge Books Oxford.

Como se aprecia en el ejemplo del libro, se tiene un mensaje en idioma inglés y su traducción a idioma chino. Posteriormente esa traducción en chino se traduce de nuevo a inglés, lo que se conoce como "back translation" o "traducción inversa". Sin saber chino, el problema es claro, el mensaje en chino no corresponde al mensaje original en inglés y esto es algo que se presenta con cualquier otro idioma. Incluso siendo bilingüe, estos problemas de traducciones seguirán existiendo. Ahora imaginemos el presente y futuro con la Inteligencia Artificial gobernando el mundo...

Encontrar este libro me ayudó a reforzar la idea que mis anécdotas habían sembrado y que en mis lecturas había buscado verificar. Así surgió la motivación de escribir esta entrada. Tratando de ser breve, a continuación menciono cada uno de los quince problemas de traducción que aparecen en este libro, sin dar más detalles, dejando la tarea al lector de ir a profundizar.

  1. Distorting a refined statement
  2. Opening up wrong interpretations
  3. Omision
  4. Mistranslation of key words
  5. Distortion of logic
  6. Merging
  7. Mistranslation of technical knowledge
  8. Mistranslation of colloquial expressions
  9. The three-part onion sentence
  10. Contagion
  11. Elaboration
  12. Long word strings
  13. Confusing causal relationships
  14. Mistranslation of pivotal statements
  15. Concise statements with significant implications

El libro, por supuesto, ofrece estrategias y reglas para enfrentar estos problemas y así garantizar la calidad de los textos traducidos. No obstante, la evidencia es contundente y hay que profundizar y llegar a la fuente primaria:  buscar y buscar, leer y leer, pensar y pensar...

Creo que con todo lo anterior podemos dar por demostrada la dificultad que generan las traducciones al comunicarnos y, en consecuencia, los riesgos que esto tiene en tiempos donde la Inteligencia Artificial comienza a posicionarse...

3. ConTICtualizando

Cada persona es un mundo. Esta es una cita muy común, que incluso se usó para titular un libro. Curiosamente la palabra "persona" tiene un origen muy antiguo, en una lengua muerta, el etrusco y significa "máscara". Eso no implica que nuestra naturaleza humana sea una mentira y seamos simplemente una máscara y nuestro verdadero yo esté oculto. Algo hay de cierto en eso, pero no literalmente. Hay que ser cuidadosos con las traducciones. Hay que indagar en la historia, ir más allá de lo evidente, buscar, leer, pensar, escribir, contrastar...

Justo lo que nos hace personas, lo que nos hace seres humanos es esa capacidad para manejar las ambigüedades, la contradicciones, las analogías... para interpretar el mensaje de la otra persona, para comprender a la otra persona. Mucho más allá del mero discurso de la empatía, la asertividad, la diplomacia y lo políticamente correcto, el sentimiento es algo que tenemos los seres humanos que las máquinas aún no pueden imitar. Incluso hay cosas como la capacidad de mentir y engañar que todavía se encuentra a salvo de la Inteligencia Artificial...

A diferencia de los humanos, las máquinas siguen unas reglas predefinidas, programadas por otros humanos, con ciertos objetivos muy específicos. En consecuencia, los problemas de la comunicación entre humanos pueden complicarse cuando usamos Inteligencia Artificial, lo que nos obliga a ser mucho más cuidadosos. En el caso de la academia, la rigurosidad no se puede perder, todo lo contrario, debe fortalecerse. Tampoco se puede perder la humanidad, que implica la honestidad y humildad, un gran sentido de lo ético...

Siguiendo esa idea de la rigurosidad y la ética, me pregunto por tantos artículos y libros "académicos", "científicos" o "de investigación" que han publicado "escritores prolijos". Me pregunto por sus traducciones a idioma inglés y por las traducciones de las fuentes que citan. Me pregunto qué pasará ahora que la Inteligencia Artificial puede escribir un artículo y a muchos les parece simple copiar y pegar. Hay aquí un problema importante que nos exige cambios en las prácticas de lectura, escritura, revisión, evaluación de pares y publicación...

Y ni hablar del contexto meramente educativo. Lo mínimo que podemos hacer como profesores es dar ejemplo de leer y escribir, que sigamos siendo los humanos quienes creemos nuestra realidad, en lugar de subordinarnos a la Inteligencia Artificial... de subordinarnos a quienes están detrás de esa Inteligencia Artificial...

Nota al margen:

En esta entrada se mencionó la palabra ética, que curiosamente se confunde con moral, al parecer por problemas de traducción. Hay evidencia histórica de que Cicerón, uno de los símbolos históricos de las traducciones, introdujo la palabra moral donde debió estar la palabra ética... Posiblemente sea la falta de rigurosidad en las traducciones lo que nos ha conducido a desviaciones éticas o morales...

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