jueves, 25 de enero de 2018

Leyendo a Nicholas Carr X (capítulos 10 y 11 y conclusión)

En la primera entrada de éste blog se planteó como objetivo aportar a la literatura de las TIC pero con énfasis en el contexto, apelando al juego de palabras ConTICtualizando: "contextualizar las TIC". Allí se citaron tres libros muy interesantes, de los cuales Atrapados de Nicholas Carr cubre muy bien las dos caras de las TIC en la sociedad moderna, según lo que propone Robert W McChesney: la cara entusiasta (muy optimista pero visionaria) y la cara escéptica (realista pero pesimista). En la mayoría de entradas anteriores hay resúmenes de las ideas más relevantes de éste libro. En ésta entrada se revisan los dos últimos capítulos (Tu dron interno y El amor que pone orden en el cenegal) y se concluye sobre el libro, aunque segúramente en otras entradas se seguirá publicando sobre temas similares y sobre el mismo autor, como por ejemplo un artículo reciente titulado Cómo los teléfonos inteligentes secuestran (hijack) nuestra mente.

El capítulo diez (Tu dron interno) regresa al lugar común de la ética (juego de palabras eTICa), argumenta con mayor detalle y plantea una conclusión bastante fuerte: "si no entendemos las motivaciones comerciales, políticas, intelectuales y éticas de las personas que crean nuestro software, o las limitaciones inherentes al procesamiento automatizado de datos, nos exponemos a la manipulación. Nos arriesgamos como dice Bruno Latour, a sustituir nuestras propias intenciones con las de otros, sin darnos incluso cuenta de que se ha producido el reemplazo. Cuanto más nos habituamos a la tecnología, mayor es ese riesgo". Básicamente es un llamado a no ser pasivos, fijar posiciones y actuar respecto a nuestra época dominada por TIC, en realidad dominada por quienes tienen el monopolio de las TIC. Éste capítulo plantea que hay las TIC modernas generan un círculo que puede ser virtuoso o vicioso, según las decisiones que se tomen. Moralmente estamos obligados a dejar avanzar el progreso de las TIC, pero teniendo total claridad y conocimiento de las habilidades que nos roba los riesgos que trae, de manera que podamos decidir en lugar de ser manipulados.

El último capítulo concluye con un poema de Robert Frost, titulado La siega (Mowing):

There was never a sound beside the wood but one,
And that was my long scythe whispering to the ground.
What was it it whispered? I knew not well myself;
Perhaps it was something about the heat of the sun,
Something, perhaps, about the lack of sound—
And that was why it whispered and did not speak.
It was no dream of the gift of idle hours,
Or easy gold at the hand of fay or elf:
Anything more than the truth would have seemed too weak
To the earnest love that laid the swale in rows,
Not without feeble-pointed spikes of flowers
(Pale orchises), and scared a bright green snake.
The fact is the sweetest dream that labor knows.
My long scythe whispered and left the hay to make.


Carr resalta del poema la frase "La realidad es el sueño más dulce que el trabajador conoce" que básicamente se puede equiparar con "Caminante no hay camino, se hace camino al andar" o "La utopia sirve para caminar".




Lo poético de éste argumento no le resta formalidad y credibilidad al resto del libro. Por el contrario, Carr retoma argumentos de capítulos anteriores, como los luditas que se opusieron a la primera revolución industrial y los argumentos psicológicos de Csikszentmihalyi  sobre el flujo vital y la paradoja del trabajo. Además, aún finalizando el libro, Carr no deja de sorprender con referencias interesantes y valiosas, como el origen de la palabra "robot",  proveniente del checo, por una obra de teatro del año 1920 "Rossumovi univerzální roboti (Robots Universales Rossum)" del autor Karel Čapek. De acuerdo a éste origen, la palabra robot se originó como una metáfora amo-esclavo, donde las herramientras son esclavas de los humanos, es decir, creamos herramientas para servirnos de ellas.


Sin autor disponible - Fuente Pinterest

Carr regresa siempre a la ética y propone una idea muy interesante: "Por ignorancia, vagancia o timidez hemos convertido a los luditas en caricaturas, símbolos del atraso. Asumimos que cualquiera que rechaza una nueva herramienta en favor de una más antigua es culpale de nostalgia o de tomar decisiones sentimentales en lugar de con la razón". Pero "lo que hace a una herramienta superior a otra no tiene nada que ver con su novedad. Lo que importa es cómo nos agranda o empequeñece, cómo moldea nuestra experiencia con la naturaleza". Por eso el desafío al que nos enfrentan las TIC es responder la pregunta planteada al inicio del libro: ¿Qué significa ser humano? Considerar esa pregunta es fundamental para que las TIC no cambien la esencia humana. Pues la automatización moderna nos quita la memoria, la atención, la creatividad, la autonomía, nos quita todo. La metáfora del robot se invierte: Ahora los robots son los humanos, esclavos de las TIC, esclavos de los intereses de quienes moldean el mercado de las TIC (IoT, Big Data, Inteligencia Artificial).

ConTICtualizando: (i) Las TIC no importan, no son lo más importante, hay otros factores diferenciadores que son los realmente estratégicos, tal como lo planteó Carr en su primer libro. (Does IT matter?). La humanidad, en especial los tomadores de decisiones y quienes definen las políticas públicas, equivocádamente, caen en el mito del tecnosolucionismo  y se olvidan del sistema, pierden el contexto, la visión holística. En algun otro lugar escribí y dije que la situación mundial se puede resumir en la "teoría de la media": la inmediatez y lo mediático (posiblemente lo leí o lo escuché y lo olvidé o simplemente lo pensé, no tengo referencia). Al caer en ese vacío, las TIC siguen "progresando" pero la humanidad fracasa en lo importante.

(ii) La éTICa es clave para resolver la situación. Los académicos tenemos la obligación de mantener la investigación y divulgación sobre las consecuencias (buenas o malas) de la automatización y sobre la humanización de las TIC: ¿cómo conseguir que las TIC sean orientadas al progreso de la humanidad en lugar de intereses oscuros de monopolios políticos y económicos? Puesto que las TIC se convirtieron en el statu quo y ahora todo en la educación involucra TIC, nuestro compromiso ético es procurar un equilibrio para minimizar en nuestros estudiantes los efectos adversos de las TIC y potencializar los efectos positivos, pues son nuestros estudiantes quienes conformarán la sociedad del futuro.

(iii) Lo anterior no implica que las TIC sean malas y que debamos combatirlas como en las películas de ciencia ficción. La bondad o maldad de las TIC reside en los intereses e intenciones del mercado TIC, el cual es regulado por gobiernos, sector privado y ciudadanía, así que la ciudadanía debe ser más participativa y crítica, y muy objetiva. Es aquí donde reside la responsabilidad académica de quienes nos dedicamos a la formación de profesionales TIC. A diario debemos ConTICtualizar...

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