jueves, 16 de junio de 2022

La Quinta Puerta

El libro La Quinta Puerta me pareció un gran libro, muy apropiado para estos tiempos, sobre todo después de la pandemia. Su lectura es clave para comprender la educación en Colombia y emprender iniciativas que nos conduzcan a un futuro mejor.

 

Fue escrito a varias manos, destacando los tres editores: el profesor Mauricio García Villegas, de quien leí el libro ¿Cómo mejorar a Colombia? - 25 ideas para reparar el futuro. El profesor Juan Camilo Cárdenas, que tiene un capítulo en el libro anterior y cuyas publicaciones y trabajos incluyen el tema de la confianza. Y el profesor Leopoldo Fergusson, que ha estudiado las causas y consecuencias de las debilidades del Estado y la desigualdad en Colombia. El profesor Mauricio tiene también otros libros muy recomendados, que tengo pendientes, como Virtudes cercanas y El país de las emociones tristes.

Además de la introducción y las conclusiones, el libro se organiza en ocho (8) capítulos. Son ensayos que tratan con rigor y explican con claridad la historia, situación actual, causas y soluciones de la brecha educativa. A esa brecha el libro la llama el apartheid educativo, porque divide a las personas en dos grupos, uno que recibe educación de muy buena calidad y otro que recibe una educación promedio, mediocre, que debería mejorarse.

No pretendo hacer una reseña, pero si quiero escribir algunas ideas relevantes para recordar la lectura y recurrir a ellas en primera instancia, en caso de requerirlo. Me extenderé un poco más en la introducción y en algunos capítulos clave que me cautivaron y siempre regresaré a releer. Releer un libro siempre será una gran experiencia y en este libro aún más.

Introducción

El  libro comienza formulando el problema: alta participación de la educación privada; baja participación de la educación pública; calidad diversa, con una pequeña minoría privada de alta calidad, a la que acceden solo quienes tienen altos recursos económicos y estatus social; separación de estratos sociales y económicos y, como consecuencia, un círculo vicioso que el sistema educativo no resuelve, perpetuando el problema. Conviene adelantarse al inicio del capítulo 3, donde se menciona que hay una "tiranía de la cuna".

En consecuencia, se condena a los pobres a una educación que nunca les permitirá mejorar sus condiciones. Se originan unas élites con unos activos sociales inmateriales (ASI) exclusivos y excluyentes que deberían circular como circula la riqueza, pero se concentran en unos pocos (también ocurre con la riqueza). Una educación de calidad debería mejorar la movilidad social, que consiste en dejar circular esos ASI,  pero lo que ocurre es todo lo contrario y se genera el apartheid educativo.

El libro resume en los ASI a tres conceptos relacionados: el capital social, cultural y simbólico. El capital social se deriva de pertenecer a un grupo, a una élite. Como pertenecer a un equipo de fútbol, un club de música, una comunidad religiosa o ser monitor o beca trabajo en la Universidad. El capital cultural surge de la educación, corresponde a los conocimientos y habilidades y a su certificación, lo que da ventajas y estatus. Y el capital simbólico surge del reconocimiento dentro de un grupo, el honor o prestigio, como ser el capitán del equipo o el líder, responsable o cabeza visible.

Lo que se espera es que el Estado, a través de los gobiernos, aborde esa situación y acabe con esa "tiranía de la cuna". De alguna manera hay una responsabilidad del sector público, un problema más amplio del cual se deriva ese apartheid. Para explicarlo, se habla de dos trampas: 1) la trampa de las debilidades de los bienes públicos y 2) la trampa de la radicalización.

La  primera proviene es un modelo propuesto por el profesor Ferguson en un artículo publicado en Cuadernos de Economía de la Universidad Nacional. A continuación la imagen original del artículo en inglés y la imagen en español que aparece adaptada en el libro.

Public goods trap (Fergusson 2019)

La trampa de las debilidades de los bienes públicos (página 18 del libro)

De acuerdo a este modelo: 1) cuando hay baja oferta de bienes o servicios públicos (o de baja calidad), 2) se genera oferta privada y quienes tienen recursos económicos pueden acceder pagando. Como consecuencia 3) el Estado se despreocupa y no resuelve la situación, generando el círculo vicioso, que no solo privatiza algo que debería ser público, sino que afecta la calidad, genera desigualdad y perpetua un modelo que no permite el progreso del país.

La segunda trampa surge por la inconformidad de los sindicatos, la oposición política, movimientos contestatarios y el pueblo en general. Se puede explicar de la siguiente forma:

  1. El círculo vicioso de la trampa de la debilidades de los bienes públicos genera inconformidad generalizada.
  2. Debido a esa inconformidad, se generan protestas que obligan al Gobierno a mejorar los servicios públicos, en cantidad y calidad.
  3. En virtud de las mejoras logradas, la protesta sigue y se radicaliza, lo cual genera otros inconvenientes, generando mala imagen del movimiento que comenzó las protestas.
  4. El movimiento pierde apoyo y legitimidad, no se resuelven las situaciones y esto hace que se repita el ciclo. Y, además, origina muchos otros fenómenos, como la delincuencia y la violencia, que siguen siendo problemas profundos de Colombia.

Ante la trampa de la radicalización, el libro termina diciendo: "en condiciones no revolucionarias, los movimientos que no logran [...]  dosificar su protesta, no solo dejan de conseguir todo lo que piden sino que pueden perder todo lo conseguido.

Estas dos trampas muestran la realidad del sistema educativo en Colombia. La primera corresponde al Estado y los gobiernos y la segunda a los sindicatos y movimientos estudiantiles. Es algo que se ha repetido a través de la historia del país, por lo que conviene estudiarla en detalle. Y es algo que sigue sucediendo, por lo que conviene hacer cambios y cerrar ese ciclo.

Otra idea que aparece en la introducción es una metáfora propuesta por John Roemer en 1998, que también se cita en el libro Separados y Desiguales, editado por DeJusticia en 2013, también por el profesor Mauricio García. Se trata de una cancha de fútbol inclinada, donde el equipo que se encuentra en la parte de abajo debe esforzarse muchísimo más para hacer goles, en cambio, el equipo en la parte de arriba tiene mejores condiciones. El equipo de abajo puede que haga goles, pero sufrirá mucho, como sucede con las personas menos favorecidas en Colombia. A continuación la imagen de esa metáfora.

https://www.dejusticia.org/wp-content/uploads/2017/04/fi_name_recurso_591.pdf

Un ejemplo de esta metáfora es la falta de acceso a libros, a computador o Internet. Con mucho esfuerzo, algunos logran acceder en bibliotecas o con amigos o familiares, sacrificando tiempo para el juego, la ejercitación corporal, el arte, etc. De manera que están en desventaja. Pero logran salir adelante, incluso logran resultados iguales o mejores que aquellos que tienen acceso a esos recursos.

Se trata entonces de propiciar un sistema educativo más igualitario. El libro cita una expresión popular en inglés, de la cultura estadounidense, que finalmente no se cumple:

"If you're willing to work hard and play by the rules, you should be able to get ahead" - "Si estás dispuesto a trabajar duro y seguir las reglas, deberías poder salir adelante".

La introducción cierra formulando la hipótesis del libro: el apartheid educativo y su reproducción se explican por las diferencias de "capital cultural" y la segregación social (capital social y simbólico). Si la educación pública se cambia a un modelo pluriclasista que ofrezca la mejor calidad posible, las diferencias se atenúan y redundan en beneficio de todos.

Antes de cerrar la introducción, quiero dejar esta cita de La Rochefoucauld, la cual  aparece al inicio, cuando menciona que algunas iniciativas que podrían ayudar a mejorar, terminan fracasando por "las furias de la política":

"Hacemos las promesas según el tamaño de las esperanzas y las cumplimos según el tamaño de los miedos"

Capítulo 1: Ensayo sobre historia política de la educación en Colombia

Siempre me ha gustado la historia, me gusta escudriñar cada detalle y llegar al inicio de los tiempos, de cada idea, cada hecho, cada palabra, cada persona... Este primer capítulo es el más extenso y tiene detalles desde los tiempos de Santander y Bolívar, hasta los últimos treinta (30) años desde la Constitución de 1991.

La historia está llena de coyunturas, pero  el libro no se detiene en ellas sino que se centra en las grandes causas, todas ellas son tensiones políticas. Estas tensiones se pueden resumir a lo siguiente:

  • Las ideas conservadoras vs las ideas liberales.
  • Un país laico vs un país religioso, principalmente católico.
  • Un gobierno autoritario, con profesores, estudiantes, trabajadores y sindicatos obedientes y sumisos, frente a un gobierno más democrático en el que se  logren consensos.
  • Las élites vs lo popular.
  • Lo privado vs lo público.

El libro identifica dos grandes momentos en la historia: al inicio de la república y el Frente Nacional. Al inicio surgió la diferencia entre conservadores y liberales, donde los primeros consideraban que la educación debería estar en manos de los religiosos, como sucedió en las primeras décadas. Más adelante, los liberales modificaron el modelo y lograron avances. Esta es una constante, aunque parezca sesgado, el modelo conservador en Colombia no ha aportado mucho.

Es lógico y justo reconocer que hubo avances en el sistema educativo en los últimos doscientos (200) años. Pero igualmente hay mucha mediocridad, se pudo lograr mucho más y en esa mediocridad surge la brecha, el apartheid. Al  respecto, cito un meme que guardé en estos días y que resume mucho esa contradicción entre los refranes sobre la perfección y el perfeccionismo: "lo perfecto es enemigo de lo bueno y es inhumano", "es  mejor ver el vaso medio lleno que medio vacío" y "no temas a la perfección, nunca la alcanzarás".

El segundo momento fue el Frente Nacional, donde se perdió la oportunidad para dejar atrás la guerra y se generó una nueva. Generó las guerrillas y luego vino el narcotráfico, el paramilitarismo y así hasta 2016, donde se abrió una nueva oportunidad. Con el Frente Nacional surgieron los sindicados de profesores y los movimientos estudiantiles. Y de ellos surgió la trampa de la radicalización, que si bien ha conseguido grandes victorias para la educación, nunca ha resuelto el círculo vicioso de la trampa de las debilidades de los bienes públicos.

El capítulo concluye atribuyendo las debilidades del sistema educativo al exceso de politización, primero por temas religiosos e ideologías políticas y luego por temas sociales y culturales.

Capítulo 2: Desigualdad educativa en Colombia

Este capítulo muestra en detalle las diferencias entre lo privado y lo público en los diferentes niveles del sistema educativo: primera infancia, educación básica y media, educación superior y terciaria. La brecha inicia desde la primera infancia, pues los más pobres no tienen acceso a educación de calidad ni tienen la compañía de los padres y mucho menos un ecosistema favorable para una buena educación. 

Como consecuencia, la brecha va aumentando, al pasar a la educación básica y secundaria se genera deserción del sistema y luego se pierde oportunidad de avanzar a la Universidad o a una formación para el trabajo.

El libro identifica dos características fundamentales: aquellas con las que nace la persona, su contexto familiar y social y aquellas que se propician dentro del sistema  educativo. Lo primero es más difícil cambiarlo, casi imposible, pues depende de la educación y por eso se genera el círculo vicioso. Entonces el gobierno debe cambiar lo segundo, ofrecer una educación de calidad y que permita integrar a los pobres con los ricos, un modelo pluriclasista, en lugar del apartheid que existe.

Son muchas las variables y personas involucradas en el problema y la solución: incluye a los padres de familia, los profesores, la infraestructura... Durante la pandemia la infraestructura pública quedó en evidencia, no solo la ausencia de  computadores e Internet de calidad, sino la ausencia de baños, cafeterías,  espacios deportivos e incluso transporte y alimentación.

En estos tiempos de política, donde un candidato con alto nivel socioeconómico muestra un nivel educativo cuestionable y un exguerrillero, más de clase media demuestra que la educación transforma vidas, conviene reflexionar sobre la necesidad de transformar la educación del país. ¡Ojalá!

Capítulo 3: La dimensión cultural del apartheid educativo

"Somos hermanos por naturaleza y extranjeros por educación" - Confucio

El tercer capítulo es la hipótesis central de las causas del apartheid. La cita anterior aparece al inicio del capítulo y resume dicha hipótesis. Recuerdo un libro de poemas titulado "Las palabras son puentes que nos separan". Si la educación es la Quinta Puerta, esa puerta nos separa entre un país violento, corrupto, mediocre y con un futuro apocalíptico y un nuevo país, mejor y muy diferente que el actual.

Según el Foro Económico Mundial y su índice educativo, Colombia ocupa el puesto 76 entre 82 países en equidad y calidad de educación y el 63 en acceso o cobertura. Comparado con otros países, la educación en Colombia demanda muchas transformaciones, para así poder generar progreso en otros sectores. Las causas de esta situación se pueden estudiar en cuatro dimensiones:

  1. El descrédito de la educación pública, por diversos factores, lo que incluye la estigmatización de los profesores y sus sindicatos. Esto genera un mercado de educación privada, cuya calidad es diversa, pero, en su gran mayoría, es mediocre. Hay instituciones públicas de mejor calidad que algunas privadas, pero el descrédito genera el círculo vicioso.
  2. La relación entre los ASI (capital cultural, social y simbólico) y la educación, lo que influye posteriormente en los empleos y oportunidades de quienes egresan del sistema público y por lo cual persiste el descrédito.
  3. La importancia del  lenguaje en las clases sociales, su relación con la educación y el problema central. Dime cómo hablas y te diré hasta donde puedes llegar. Aunque en la práctica hay personas con lenguaje cuestionable y un estatus social y económico muy superior, la generalidad es que el lenguaje influye, es un ASI más. Y en estos tiempos digitales y globales, la brecha aumenta por las deficiencias en un segundo idioma, al menos inglés.
  4. La influencia de una educación publiclasista, sin segregación, tanto en el sistema educativo como en los demás conflictos internos: la violencia, la guerra y la corrupción. Básicamente hay dos países y esto acrecienta la polarización en el plano político, lo que impide vencer esa tiranía de la cuna y cortar ese círculo vicioso.

En el libro se muestra que iniciativas como Ser Pilo Paga, ahora llamada Generación E, ayudan, pero también originan inconvenientes.  Si bien estas iniciativas llevan a los pobres a las instituciones educativas de las élites, no resuelve la primera dimensión y a veces profundiza la segunda y tercera y las aumenta. Esto genera resentimientos, odios, exclusiones, rechazos y después la violencia.

Lo apropiado es invertir en educación pública de alta calidad e incluyente, donde todos sean iguales sin importar su cuna y se eduquen juntos, se mezclen culturalmente.

La realidad es  que el mestizaje que se dió durante la conquista y la colonia fue solo biológico y es urgente retomar ese mestizaje en lo educativo.

Capítulo 4: ¿De qué colegio te graduaste?

Capítulo 5: Distinción escolar

Estos dos capítulos muestran las profundas diferencias entre las  instituciones públicas y privadas,  que en muchas ocasiones no se reflejan en la calidad y los resultados académicos.

En el capítulo 4 estudian la relación entre los nombres de los colegios privados y su nivel de calidad. Resulta interesante la forma como engañan a las personas o como mercadean con la educación, al usar nombres de colegios privados atractivos, con expresiones como Liceo Bilingüe o Gimnasio Campestre.

En el capítulo 5 comparan los resultados en pruebas ICFES, tanto SABER 11 como SABER PRO y en pruebas internacionales. Se puede apreciar que hay estudiantes del sistema público con resultados iguales o superiores a los mejores estudiantes de las mejores instituciones privadas, aunque en promedio las privadas logran destacarse un poco más.

En ambos capítulo se enfatiza en lo perverso del sistema, pues excelentes graduados del sistema público siempre cargan con el descrédito y no reciben las mismas oportunidades ni beneficios que aquellos que estudian en el sistema privado.

De manera personal, yo estudié en escuela, colegio y Universidad pública y no tuve acceso a la educación preescolar. Sin embargo, mi mamá era profesora de escuela rural, normalista y siempre tuvimos acceso a libros y a un ejemplo de mamá que lo pasaba leyendo y escribiendo, además del resto de quehaceres. Pero en lo socioeconómico pasamos muchas dificultades. Con esfuerzo, dos (2) de tres (3) hijos logramos llegar al nivel de pregrado Universitario, pero somos muy conscientes de ese apartheid, lo vemos en nuestros familiares y amigos y esa diferencias deberían desaparecer...

Capítulo 6: La educación como negocio

Hay un documental de Jürgen Klaric llamado "Un crimen llamado educación". En mi canal de Youtube publiqué varios fragmentos cortos de ese documental y uno de ellos habla sobre "la educación como negocio".


El libro logra demostrar que esto es una realidad desafortunada y que debe cambiarse, pues el sistema educativo privado hace que la educación se comporte como una máquina que reproduce un sistema perverso, en lugar de propiciar una evolución y mejoramiento permanente.

En la educación superior y terciaria, este tema de la educación como negocio es cada vez más preocupante, pues los emprendedores digitales han logrado generar el mito de que el sistema educativo fracasó y han comenzado a vender formación. Y en el contexto específico de la industria de las Tecnologías de la Información y Comunicación, esto ha crecido sustancialmente y con la pandemia se afianzó aún más. Si el sistema educativo no cambia y persiste ese modelo de la educación como mercado, los peligros son muchos y desastrosos y el futuro es incierto y tenebroso.

Capítulo 7: Historia de dos escuelas: una ilustración del apartheid educativo en Colombia

En este capítulo se muestra un paralelo entre dos personas, una que se forma en el sistema público, inicialmente rural y otra que accede al sistema privado de alta calidad. La primera persona es de un nivel socioeconómico bajo-medio y la segunda de un nivel alto, que le permite viajar al exterior. Ambas con la misma disciplina y capacidades, pero la primera tarda más tiempo y tiene más tropiezos para lograr su meta de ser profesional. La segunda, en cambio, logra avanzar al nivel de posgrado en el extranjero.

El libro muestra la importancia de descomponer el sistema educativo y sus problemas en al menos tres dimensiones:

  1. La infraestructura, que ahora implica incluir lo digital, como computadores, Internet y recursos digitales.
  2. El talento humano, que involucra a los profesores, los sindicados y el modelo de evaluación y estímulos a los profesores.
  3. la gobernanza y gestión institucional, que también incluye a los sindicatos y movimientos estudiantiles y que determina la posibilidad de emprender acciones de mejoramiento y lograr avances significativos e impactos relevantes.

El capítulo termina recordando la importancia de reconocer que las transformaciones requieren de mucho tiempo, por lo cual es necesario ser creativos y, en paralelo con los planes de mediano y largo plazo, ejecutar pequeñas innovaciones en el sistema educativo.

Capítulo 8: ¿Qué hemos hecho para promover la igualdad de oportunidades en educación?

Este capítulo se centra en mostrar las diversas iniciativas y sus impactos y concluye que han sido efectivas pero insuficientes. A veces las iniciativas son esfuerzos cortos de un periodo e gobierno, pero no se extienden en el largo plazo, con lo cual se truncan las metas iniciales, se llega a resultados mediocres y el impacto se pierde con el tiempo.

Han sido claves las iniciativas de apoyo económico a las personas menos favorecidas. Temas como la alimentación escolar, los subsidios a madres cabeza de hogar, los programas de bienestar familiar para guarderías, las becas para ingresas al sistema privado en las Universidades y programas de de Alta Calidad, entre otros.

No obstante, falta mucho por hacer y que eso se convierta en una política pública permanente, que se evalué en el largo plazo y se compare con los resultados académicos en pruebas estandarizadas.

La gran desigualdad social y económica, genera desigualdad educativa y por tanto impide la movilidad social, impide que los ASI circulen como la riqueza. Hay un doble estancamiento para las personas más pobres: la riqueza no les llega y los ASI no los alcanzan, pues el sistema educativo no lo permite.

Como lo plantea la hipótesis de la introducción y del capítulo 3, es clave que la educación pública sea de muy alta calidad y que propicie el mestizaje cultural. De lo contrario, el círculo vicioso seguirá y el país tardará muchos años en lograr una mejora que le permita dar el salto y competir mundialmente.

Conclusiones y Recomendaciones

El desafío y deuda de los gobernantes con la educación implica esfuerzos conjuntos a lo largo de muchos años: Son muchas las dimensiones y las cosas que deben enfrentarse y son muy complejos los detalles. Pero se podrían citar algunas claves:

Lo primero es eliminar el mal manejo político de la educación, hay que despolitizarla. Eso involucra a los gobernantes, los movimientos sindicales de profesores y los movimientos estudiantiles. También a los gremios económicos que influyen en el sistema educativo con criterios de mercado y económicos,  dejando de un lado lo social y cultural. Dice el libro:

"...bajarle al voltaje político que caracteriza el debate sobre la educación en Colombia"
En segundo lugar el sistema debe mutar de la segregación entre lo público y lo privado, la élite y lo popular hacia un modelo abierto, pluriclasista, incluyente, que entienda y atienda las diferencias no como un elemento que separa y divide, sino como una conexión que favorece el crecimiento y la sinergia de las personas y la sociedad. Si queremos un país en paz, transformar la educación es el primer paso.

En tercer lugar hay que revertir el descrédito que se ha generado al sistema educativo público. Regresar el respeto y la dignidad a los profesores y a las instituciones públicas.

En cuarto lugar, lo anterior no es posible sin inversión. Y el orden en tiempo y cantidad de inversión debe ser desde la cuna: primero fortalecer la educación en primera infancia, luego avanzar a educación media y básica y finalmente repensar la educación superior, tanto pregrado y posgrado como formación terciaria.

Aquí es importante acabar, también, con ese mito de pensar que un graduado Universitario es superior a un técnico o tecnólogo o que un Doctor, PhD, está por encima del resto de la sociedad.

En honor a la justicia, en un país como Colombia, la responsabilidad de hacer y darse más a la sociedad es proporcional con el grado educativo. Un Doctor o Magister están llamados a ser más activos y efectivos,  pues son afortunados frente a millones de personas que no logran vencer esa tiranía de la cuna y ese apartheid.

Esas inversiones deben focalizarse de manera estratégica para maximizar los impactos: en la infraestructura, en el talento humano y en lo institucional.

En ese sentido, en quinto lugar, es preciso educar mejores profesores y ofrecer posibilidades de formación permanente, así como mecanismos para evaluarlos y motivarlos. La evaluación no puede ser un mecanismo político para despedir profesores, en su lugar, debe ser una oportunidad para estimularlos y mejorar el sistema.

Cambiar el chip dicen muchos y el libro cita a Yuval Noah Harari, quien en su libro "21 lecciones para el siglo XXI" cita las 4C del marco "P21’s Frameworks for 21st Century Learning": Comunicación, Pensamiento Crítico, Creatividad y Colaboración. Estas 4C deben desarrollarse primero en los profesores, para que puedan transmitirlas a los estudiantes.

En sexto lugar, la financiación implica impuestos o modelos económicos diferentes, pues la  inversión requerida es muy alta. Entonces, hay opciones como impuestos a quienes estudien en el sistema privado, que sirvan como auxilios o subsidios para personas de bajos recursos o que financien en parte el sistema público. El espectro de posibilidades es amplio y se requiere creatividad, estrategia y acuerdos, pensando siempre en el bienestar común y el futuro del país y no de unas élites.

Finalmente, la demanda que se hace desde el pueblo es un compromiso por abrir esa Quinta Puerta al país, para hacer realidad esas palabras del Nobel García Márquez en la misión de sabios de 1993:

"Una educación, desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma."

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