jueves, 19 de agosto de 2021

Millonarios y Universidad

Education is the most powerful weapon which you can use to change the world.
Nelson Mandela Speech, Madison Park High School, Boston, 23 June 1990; reported in various forms https://www.oxfordreference.com/view/10.1093/acref/9780191843730.001.0001/q-oro-ed5-00007046

 

¿Por qué estudiar en la Universidad? ¿Por qué estudiar? ¿Para mejorar el estatus económico? ¿Para hacerse millonario? ¿Es muy idealista eso de la educación para cambiar el mundo?  ¿Debe cambiar la Universidad drásticamente? ¿Corre peligro la función de docencia y hay que enfocarse en investigación y extensión? Muchas preguntas y muy pocas e incompletas respuestas...

Hay mucho debate al respecto en el mar de anuncios y publicaciones en que navegamos a diario: abundan los titulares y la publicidad que plantean esa relación entre ir a la Universidad y hacerse millonario. Es un tema serio, un tópico de interés y un lugar común que consideran los políticos, economistas, gobernantes, empresarios y  líderes de la sociedad. A continuación algunos de esos titulares:

https://www.eltiempo.com/cultura/gente/bill-gates-steve-jobs-y-millonarios-que-dejaron-la-universidad-574395

https://forbes.co/2020/02/04/tecnologia/elon-musk-reclutara-personal-para-tesla-sin-importar-si-tiene-titulo-universitario/

https://forbes.co/2021/02/08/actualidad/graduados-de-mba-podran-ser-buenos-con-office-pero-no-saben-como-funcionan-las-cosas-musk/

https://forbes.co/2021/04/14/editors-picks/estas-son-las-10-universidades-con-mas-egresados-multimillonarios/

Personajes como Elon Musk llegan incluso al extremo de comentarios que juzgan el sistema educativo como malo. En Colombia es emblemático el caso de un político que afirmó que "un bachiller no sabe nada y no hay persona más inútil que un bachiller". En honor a la realidad, la verdad y la justicia, el sistema educativo ha perdido credibilidad, como muchas otras instituciones. Pero, aunque se requieren cambios, la educación es de las pocas cosas buenas que le quedan a la humanidad.

En esa misma dirección, hace un mes un "influencer" colombiano, apodado "La Liendra", manifestó que "estudiar no es la única forma de salir adelante", a lo cual le respondió un ex rector de la Universidad Nacional, hablando sobre varias visiones del éxito, más allá de hacerse millonario. Y otra columnista se refirió a los dos, enfatizando la importancia del dinero, pues no se trabaja por amor sino por la paga.
 
Para el profesor, son diversas las causas y azares que conducen al éxito y este no es un destino único, sino que hay múltiples escenarios para considerarse exitoso. Por ejemplo, ser admirado es más valioso en la sociedad, como el caso de los médicos y científicos que enfrentaron la pandemia y los religiosos y laicos intelectuales, quienes nos ayudan a centrarnos en los valores, en lugar de los efímeros poder, riqueza y placer...

La columnista menciona tres puntos claves en la discusión: la gratuidad de la educación y su relación e influencia con el mercado y la democracia. Al respecto, cuando se usa dinero público es necesario evaluar el impacto de las inversiones. Y en educación eso significa medir a los profesores y todo en las universidades, para determinar si la Universidad está cumpliendo su misión en la sociedad.

Al respecto, algunos consideran que la Universidad debe terner un compromiso con el desarrollo económico y por lo tanto debe seguir el mercado y acatar la política pública. En ese sentido, el Estado debe invertir en educación superior, pero deben verse resultados e impactos. Si se pagan cien (100) estudiantes con matrícula cero (0), hay un compromiso de entregar cien (100) graduados de calidad, capaces de contribuir al sistema.
 
Esta visión involucra el nuevo concepto de Learning Outcomes, que otros critican porque burocratiza y mercantiliza la educación y porque se pierde la visión de Universidad como diversa y pluralista, formadora de seres libres y autónomos, en lugar de máquinas para el sistema. Eso de seguir el mercado y lograr el sueño de hacerse millonario contradice la Ley 30 en su artículo 4: 
"La educación superior ... despertará en los educandos un espíritu reflexivo, orientado al logro de la autonomía personal, en un marco de libertad de pensamiento y de pluralismo ideológico que tenga en cuenta la universalidad de los saberes y la particularidad de las formas culturales existentes en el país..."
Por fortuna siempre hay una tercera vía, un punto medio: ni la educación como instrumento del mercado y los políticos, ni la educación sin sentido para formar seres caprichosos y ajenos e indolentes con la realidad. En su lugar, "la educación como un espacio de formación para la vida en sociedad y como un espacio de desarrollo de lo público". 
 
Resumiendo, la Universidad debe pensarse como un espacio de construcción colectiva y mutua, donde los ciudadanos aprenden juntos y colaboran para construir un futuro diferente, para saldar las deudas históricas y resolver los problemas eternos. Construir juntos la democracia y el gobierno, construir juntos el mercado, construir juntos paz, construir juntos la misma educación...

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